martes, 17 de enero de 2006

Enero 17 2006

Méndigo nortazo el día de hoy, un día de esos en que piensas que hubiera sido conveniente bañarse el día anterior o igual y no, no era para tanto, sólo que eran las 5 y cuarto de la mañana.

Al bajar, [voz de profesor skinner]: "descubrí horrorizado, que el boiler estaba apagado" [/voz] (el aparato que calienta con gas l.p. el agua para bañarse), y por desgracias, no recordaba exactamente cómo encenderlo.

Afortunadamente mis padres se despertaron (cuando me acerqué a su cuarto) y les comenté. Lo bueno es que mi papá se había dormido a eso de las 9 y media, mi mamá se quedó viendo una película: "Alguien tiene que ceder", desgraciadamente yo estaba esperando a un cliente y no la pude ver, tenía que estar atento, nunca me contestaron.

Por cierto, la película muuuy buena y altamente recomendable, sólo vi unos cachitos. Pero por Dios, se encueran, jajaja, y unos diálogos geniales, jajaja.

La película es de un tipo que tiene mucha lana y se va a la casa de playa de una de sus, pues... amigas, y les cae la mamá,... que también era muy íntima amiga, de hace tiempo, y por un problema se tienen que quedar ellos a solas, jajaja, varios días, bueno, cada quien con su caracter.

En fin, esa noche, el logro de mi mamá fue apagar el dvd y dejar la tele en modo de ... tele, digo, de conexión a antena aerea, no sé como se diga ese concepto, pero la idea es esa.

Mi mamá aprendió eso ya que mi abuelita le encanta estar moviéndole a las cosas, no precisamente por descubrir o investigar como muchos se podrán imaginar, sino probablemente para molestar, en el caso de la tele era para subirle el volumen, cambiarle o no sé, qué bueno que no sabe, porque tiene problemas de sordera y nos podemos lastimar los oidos, en fin, mi abuelita más de una vez ha desconfigurado la tele con tal de subirle al volumen, jeje, se han quedado tardes enteras sin televisión, chale, mi mamá y su odiada suegra, jaja.

Eso de la sordera es contagioso, como mi abuelita no se alcanza escuchar cuando habla, lo hace más recio para escucharse a sí misma, como tampoco oye, no para de hablar, es un "merolico" y por el teléfono, olvídate, te cuénta cada cosa y ni como pararla. En fin, lastima el oido, y luego aparte, mi papá y sus gritos, de esos que suben los decibeles súbitamente.

Moraleja, si va a hacer norte, báñate antes. Ah, y si puedes, razúrate, jeje.

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